Alguien me dijo un día (y han sido ya 3 personas), que porqué no escribía un libro sobre mis encuentros mágicos con mujeres
Y no digo que un día no lo empiece, de hecho, creo que el blog es ese principio
El de hoy va dedicado a ELLA, mi chica de París, se lo debía hace tiempo. Además creo que tiene una opinión no demasiado acertada de mi, aunque por otra parte lo entiendo, pues apenas nos vimos durante unas 6 horas, y mediohablamos una mezcla de español-francés (debido a mi torpeza, ella habla 4 idiomas)
pero hay ocasiones en que las palabras sobran, los actos son suficientes, y no hablo de sexo, ni siquiera nos besamos
. Además ha leído el blog, y hay varias ellas entre los relatos. Bueno, también piensa que soy dulce y romántico, y ahí sí que acierta
(lo ha dicho más de una persona.)
A partir de ahora tal vez penséis que soy un mujeriego
bueno, cada uno y cada una puede pensar lo que quiera, estamos en un país, corrijo
mundo, libre. Bueno, no tan libre, pero sí para este caso al menos.
Pero como decía la protagonista de la peli que acabo de ver Antes de que atardezca (o del atardecer) : de cada uno de mis amantes recuerdo una cosa, por sencilla que sea, que me ha marcado y acompañado toda la vida, y lo seguirá haciendo
de ti por ejemplo ese reflejo rojo, aquí sobre tu barbilla, de la luz del amanecer el día que te fuiste
. La peli trata de dos personas que se encuentran una noche en Viena
Viena
sólo pasan una noche juntos, pero es tan intenso y tan puro el sentimiento que se citan para reencontrarse 6 meses después en el mismo lugar. Pero no regresan. 9 años después se encuentran en París
París
Él es escritor, ella trabaja en una ONG
Al salir del cine, además me atreví a ver la versión original, afortunadamente, me he sentido tan identificado con la peli que no he querido acostarme sin contárselo al mundo. Así que, ahí va este poema, que ya lleva algun tiempo acompañando a mi libreta, para Jacky Eliette, mi chica de Paris, esa mujer-niña, niña-mujer que me hizo ver el cielo de Madrid con otro sentido, una noche de agosto. Ah, sólo aclarar una cosa más. Me identifico con la peli, pero ni todas ELLAS, han sido amantes, ni rollos ni parecido. De hecho, las menos, o casi ninguna
y ninguna de los relatos hasta ahora, para tranquilidad de novios. Porque tengo que enamorarme, y eso no es un proceso precisamente fácil ni tan breve como estos encuentros fugaces con doña emoción. Así que, ni son todas las que están ni están todas las que son.
La foto no es mía, eso es una asignatura que tenemos pendiente, estaba tan nervioso y emocionado que ni siquiera le pedí que nos hiciésemos una foto, y eso que llevaba 2 cámaras.
De ella recuerdo especialmente sus ojos, compitiendo con las estrellas, más grandes y hermosos incluso que la luna llena de Paris vista desde lo alto de la torre Eiffel. No la he visto tan grande, tan bonita, ni tan cerca en mi vida como en aquel viaje de un día de duración a Paris, para rodar en el museo de Renault
pasó delante de mis ojos en tan solo una mañana un siglo de historia del automóvil: rodé, acaricié y me monté en coches de gansters, de pedales y bocina, descapotables rosas con tapicería de cuero rojo años 60
toda otra experiencia. Pero espero volver a ver esa luna, y a Jacky. Por cierto ¿alguna vez os ha susurrado alguien al oído en francés? ¿no? Pues no voy a intentar describir la sensación con palabras, porque sería demasiado torpe la descripción de tan bella y sensual experiencia. Por cierto, ella aún no conoce este poema, así que sirva también de regalo y sorpresa.
Para Jacky-Eliette, la que siempre será mi chica de París, en su cumpleaños. Con admiración, amor y cariño
de un aprendiz de El Principito. Ojalá un día veamos esta foto paseando juntos por un museo, colgada en alguna de sus paredes.
Madrid, 7-7-2004. 4:05 hs. A la luz de las velas.
Sweet lullaby
dulces sueños bajo las *******.
Un pequeño príncipe
y una princesa niña.
Emociones, sensaciones,
sueños compartidos.
Ir y venir de noticias.
Cartas, poemas y emilios.
Dulces sueños,
fantasías que no se hacen realidad.
Sueñan con el reencuentro
encuentro que no llega.
París
Madrid.
1500 kms
Madrid ---> París
2 horas de avión.
Encuentro que no llega
reencuentro que se acerca.
Un año después
sus almas volverán a fundirse.
¿Sus labios
?
Sus labios tal vez, tal vez por primera vez.
Hoy publico el segundo artículo de esta sección, prácticamente nueva, con tristeza. Pasé por un blog a saludar, aunque fuese rápidamente para variar, a una persona especial que puebla los lares del norte... persona mágica que conocí con este poema y que es probable te encuentres paseando por algún verde bosque de Galicia...
"DOS MIRADAS DISTINTAS. UN MISMO DESTINO."
A veces, algunas palabras llevan impresas todas las sensaciones del mundo.
Ese día Helena no iba a volver a la hora a casa. Le acababan de ofrecer el papel de su vida y ya no importaba el tiempo. Ya no importaba nada. Sólo ella. Sólo él. Él tenía diez años más que ella y un sueño. Ella un sueño y diez años menos que él. Ambos compartían sueño: EL CINE, mejor dicho, HACER CINE. Ella desde delante. Él desde detrás. Las cámaras en medio.