Clavé mi pluma en el corazón... y con la sangre que salió escribí esto.
No entiendo porqué el mar
se empeña en competir con tus ojos...
al fin y al cabo es una batalla perdida,
y él lo sabe.
Ni me explico porqué el cielo
quiere llamar mi atención detrás de ti...
intentando imitar el color de tus pupilas,
ya que su tono no existe.
Caminas despacio a mi lado,
bueno un poco más alta,
pues te presté mis alas
para que alcanzaras tus sueños...
porque sé que el día que llegues
yo estaré en ellos...
y reíremos juntos,
entre caricia y caricia,
y esa risa nunca será interrumpida...
bueno...
sólo por los besos...
besos que nos traeran silencio...
silencio pleno,
ausente de miedos,
silencio que hablará
aunque nos hagamos viejos...
Ahora te contemplo iluminada por las velas
desde dentro de nuestro porche, atardeciendo...
porque el cielo, que nunca se rinde,
quiere copiar el color de tu pelo,
ayudado por su fiel amigo viento.
Y entonces te cojo en brazos
para llevarte adentro...
SILENCIO
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